RAFAEL OROZCO, SU VIDA Y CANCIONES: A LOS 15 AÑOS DE SU MUERTE

Para invitarlos a recordar a RAFAEL OROZCO a los 15 años de su muerte, en la columna PASANDO REVISTA AL VALLENATO, para la Revista virtual EQUINOXIO.

Igualmente para que lean este interesante texto enviado por FRANKLIN CUESTA ZAMBRANO estudiante de Octavo Semestre de Comunicación Social de la Universidad Autónoma del Caribe donde una vez estudió RAFAEL OROZCO algunos semestres de Administración de Empresas. FRANKLIN realizó una producción de radio de 15 minutos titulada UNA VOZ INOLVIDABLE, una bella crónica con la vida del cantante fallecido hace 15 años. Esta crónica radial fue ganadora de un concurso de la Asociación de Estudiantes de Comunicación Social cuyo premio fue entregado en la ciudad de Cali.

POR QUÉ ME MATARON?

15 años de ausencia de Rafael Orozco Maestre, un grande de la música vallenata.

Por Franklin Cuentas Zambrano.

¿No era yo el artista que enamoró a miles de corazones?. ¿Acaso no me interesé por la felicidad que hasta le pregunté a un pajarito por qué estaba triste?: ¿No proclamé en mis canciones la paz y el amor?. ¿A quién le hice mal para merecer estar ausente de mi gente querida?. Yo acá lloró por ver tanta injusticia y no poder hacer nada. ¿Por qué me mataron?.

Son quizás las preguntas que Rafael Orozco Maestre se formula en su morada espiritual, hoy después de 15 años de su partida, los cuales parecen difícil de creer para una fanatícada que guarda en sus corazones una huella intacta de lo que este gran artista hizo con sus cantos románticos, poéticos y salpicados de mucho sentimiento.

Este humilde cantor de Becerril, Cesar, comenzó elevando canciones mientras vendía tinas de agua montado en su burro, a quien llamaba el “Ñato”, y a pesar que su señora madre, Cristina Maestre, no le gustaba que él cogiera el camino de la música, Rafael se escapaba para estar en las parrandas que hacían en su pueblo.
Sus familiares nunca se imaginarían que aquél muchachito que se rebuscaba vendiendo sus tinas de agua en un burro, pudiera llegar a la cúspide del éxito con su voz y enamorar a todo un país.

Rafa, como cariñosamente lo llamaban en la casa, se conoció con Emilio Oviedo con quien grabó su primer trabajo musical donde venía incluida la canción que lo dio a conocer llamada “Cariñito de Mi Vida”, tema compuesto por el famoso Diomedez Díaz.
Con ese tema Rafael Orozco dio su primer salto a la fama confirmando su gran talento y habilidad para cantar.

Lastimosamente no se encuentra con nosotros. Un 11 de junio de 1992, a las 9 de la noche, le quitaron la vida. Al día siguiente la prensa alzó su voz de dolor denunciando el asesinato atroz de Rafael Orozco Maestre. Becerril lloró, Valledupar gemía, Colombia clamaba y el mundo moría, todos por su partida. Pero aunque esto sucedió su voz no ha callado, aun sigue siendo un eco en las diferentes emisoras del país y sus canciones siguen guardas en los hogares de cada colombiano.

Cómo olvidarnos de “Dime Pajarito”, “La creciente”; la canción que nos hacen recordar los nubarrones de abril, de “Te seguiré queriendo”; que nos recuerda la primera novia, “Navidad”; donde sale la voz de la tierna de Kelly diciendo: “Papi, papi, yo quiero que el ñiño Dios me regale una muñeca y otra pa¨Wendy” . En fin, sus canciones siempre nos marcaron. Escucharlas es trasladarnos al pasado y vivir lindos momentos es sentir como si estuviera presente.

Clara Helena, esa simpática villanuevera, de nariz fileña, pelo negro y faz angelical es hoy una de las personas que más recuerda a Rafa. Ya que él fue la persona que le robó el corazón y con quien tubo sus tres queridas hijas, Kelly, Wendy y Loraine, las cuales eran la adoración de Rafael, sus nombres siempre estuvieron presentes en sus canciones, o acaso no recuerdan el saludo que le hizo en la canción de Ocatavio Daza, “Dime Pajarito”, que dice: “Kelly Jhona es muy bonita...”.

Donaldo Vega a quien Rafa le pudo por sobrenombre “el carpintero”, fue una de las personas más cercana en su infancia, y el cual, compartió muchas experiencia a su lado debido a que él también fue su compañero de negocios cuando vendían el agua por las calles arenosas de Becerril. Por tal motivo, no pudo contener expresar lo que sintió al hablar de su amigo, hoy ausente. “yo pienso que el vacío que Rafael Orozco nos dejó no lo llena nadie y siempre estaremos en la misma condición. Cuando escucho sus canciones es cuando él se aparece, en ese momento siento nostalgia”. Sin lugar a duda esa misma nostalgia es la hoy que invade a todos sus seguidores.

En una fiesta del desaparecido rector de la universidad Autónoma del Caribe, Mario Cevallos Araujo, Rafael llegó a la parranda sin saber que se encontraría con Israel Romero “el pollo Isrra”. De una vez Rafa comenzó a ensayar su voz y “el pollo” a estirar el acordeón para tocar por vez primera con Orozco.. En ese momento se fusionaban dos grandes talentos, a los cuales les esperaría un largo camino por recorrer lleno éxitos. A partir de entonces, decidieron unirse y formaron la agrupación más organizada del momento y su nombre fue Binomio de Oro, en sus siglas Organización Orozco Romero. Su primer éxito fue “la creciente” canción de Hernado Marín.

Rafa siempre fue una persona sencilla, humilde, amador de la vida, lucidor de su emblemático lunar en el rostro, le gustaba mucho la “mamadera de gallo” así lo aseveraron sus conocidos, tales facetas lograron la conquista de miles de seguidoras. Su nombre fue sinónimo de un nuevo estilo en el vallenato. Su voz peculiar marcó una pauta y creo un molde único en el genero. Rafael, se convirtió en el precursor en esparcir las semillas del vallenato en el exterior. Su muerte a sido un interrogante que siempre ha estado en nuestros corazones. Su pasión por el fútbol siempre lo caracterizó, tenía el corazón vestido de blanco y rojo, evocando los colores de Junior. Fue así que en Barranquilla se organizó la copa Binomio de Oro donde participaban las demás agrupaciones y medios de comunicación.

Israel Romero, su compadre, quien además era su amigo y compañero incondicional, también lo recuerda con mucha Nostalgia, como dijera la canción que él mismo compuso que dice, “nostalgia siempre me da cuando me acuerdo de ti, nostalgia, nostalgia”. Hoy Israel ha seguido con la misma seriedad y organización de liderar al Binomio de Oro, conocido ahora como la universidad del vallenato. Pero no deja de tener presente siempre a Rafael Orozco. “todo el tiempo mi compadre era una persona muy sincera y lo más especial que teníamos nosotros era que nunca nos mentíamos, yo creo que eso fue una base del éxito del grupo. Una cosa que no se me olvida era su “mamadera de gallo” constante”.

A pesar que el tiempo es un gran motivo para olvidar, no podrá borrar el recuerdo que se encuentra tallado en cada alma, que cada día recuerda la imagen de éste grande, que aunque no esté presente en vida, seguirá vivo en los corazones de toda su fanaticada. Rafael Orozco Maestre, 15 años de ausencia, inolvidable. Esa misma pregunta que quizá él se hace en estos momentos es la misma que todo Colombia y el mundo se cuestiona, ¿por qué lo mataron?